Siempre hay vendedores de coches de segunda mano interesados en buscar la forma de no ofrecer garantía mecánica. Para facilitar la tarea de aquellos lectores que busquen una respuesta rápida, decir que no existe ninguna forma de vender un vehículo sin garantía. Para aquellos interesados en conocer el porqué de esta imposibilidad e incluso los motivos por los que no deberían querer vender un automóvil sin garantía, les invitamos a leer el siguiente texto.

La garantía legal como obligación ineludible del vendedor de vehículos

La garantía legal es obligatoria, ineludible y afecta tanto a vendedores profesionales como a los particulares. Su obligatoriedad se rige por ley. El objetivo de esta garantía obligatoria es el de proteger al comprador frente a posibles fraudes y aportar autoridad al vendedor garantizando la calidad del vehículo comercializado.

Al ser una obligación del vendedor y un derecho del comprador, no existe ningún contrato de venta de coche usado que permita renunciar a la garantía legal. Incluso aunque el comprador renuncie a ella explícitamente en el contrato de compraventa, la obligatoriedad de esta garantía sigue vigente, pues ningún contrato puede reducir los derechos propios del consumidor.

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Por lo tanto, la renuncia por parte del comprador de la garantía legal no aporta ningún beneficio al vendedor. Pues la obligatoriedad seguiría vigente. De forma que un comprador que previamente haya renunciado a la garantía, puede pedirla y la ley le daría la razón.

Vender coches sin garantía mecánica no beneficia a nadie

Antes ya lo mencionábamos de pasada, pero queremos incidir en ello. La garantía mecánica tiene un objetivo y es proteger la compraventa de vehículos de ocasión. La garantía establece la compraventa como una actividad segura para compradores y vendedores sin necesidad de ser expertos en la materia.

Por poco que se sepa de mecánica, la garantía legal permite que cualquier comprador adquiera un vehículo de ocasión sin miedo a recibir un producto defectuoso o en mal estado. Esta seguridad del comprador repercute en los vendedores que amplían el número de clientes potenciales.

Además, la garantía es el traje en el que debe recubrirse el vendedor para aumentar su autoridad. Las garantías aumentan el valor con el que es percibido un vehículo. Frente a dos automóviles con las mismas prestaciones, el usuario siempre preferirá el que tenga una mayor garantía mecánica. Esto se debe a la capacidad de las garantías para transmitir confianza en el comprador.

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Sin la confianza que transmiten las garantías mecánicas, los compradores rehuirían los coches de segunda mano. Acudirían a los vehículos nuevos porque estos sí le ofrecen la garantía de estar adquiriendo un producto de calidad. La garantía es testigo de la calidad de los automóviles dentro del desgaste, antigüedad y, también, rebaja económica propia de la compraventa de vehículos de ocasión.